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Narración

Oh, Claudia(29)

Oh, Claudia(29)

En ese momento Pablo y Andrés se despertaron y un poco atontados se dieron cuenta de la situación en la que se encontraban. Daniel desde el suelo comenzó a contarles todo, que Julio había sido el que les había secuestrado y todo lo demás.

-¿Piensas que con simples palabras podrás salvar a tus amigos?. Ellos están en mis manos como tú- dijo Julio.

Entonces Julio le dijo algo a uno de sus matones en el oído, y se marchó por la única puerta que tenía la sala.

El matón se acercó a Daniel, pero no le pudo ver la cara ya que la tenía tapada con una especie de bufanda, entonces le dijo al oído:

-No te preocupes todo pronto acabará.

La voz aunque fría y ronca tenía algo que la hacía humana. El matón ordenó a todos que salieran de la sala, que el se ocuparía de los tres. Cuando el último hubo abandonado la sala y la puerta se cerró, el matón se quitó lo que le cubría la cara. Daniel no podía creerlo era Claudia.

Mientras le ayudaba a liberarse de las cadenas les contó su historia. Cuando Julio se marchó a Londres ella fue la última persona con la que habló y le dijo que le perdonara por lo que iba a hacer. Entonces ella cogió un avión a Londres para seguirle y con la ayuda de unos amigos consiguió infiltrase en el plan de Julio sin que él se diera cuenta. Se enteró de todo lo que planeaba contra ellos. Y que ella había sido la que les envió la maleta que vieron en el aeropuerto con los planes de Julio.

Sin darse cuenta Pablo, Daniel, Andrés y Claudia se encontraban corriendo por la alcantarilla bajo la fabrica, que los llevó hasta Londres.

Los cuatro cogieron un taxi que los llevó al aeropuerto y embarcaron en el primer vuelo hacía España. La pesadilla había acabado.

La fábrica(28)

La fábrica(28)

Julio se estaba vengando pero Daniel no comprendía por qué en Londres. Perfectamente podría haberse vengado de él en su pueblo.

Daniel se hizo el tonto para que Julio no sospechara que él sabía que todo lo que les había ocurrido era por culpa de él. Por eso decide contarle todo lo sucedido desde que los chavales llegaron a Londres. Cuando acabó de contárselo le preguntó:

-¿Qué pasa Julio? ¿Por qué no te sorprendes? Son cosas realmente fuertes las que nos han pasado.

-Daniel no me sorprendo porque yo estoy detrás de todo esto. De repente tres hombres esposaron a Daniel y le pusieron una bolsa en la cabeza. El chico tan asustado por todos los acontecimientos que había vivido, se desmayó.

Al recobrar el conocimiento estaba sentado en una silla atado de pies y manos en una especie de nave industrial abandonada. A unos veinte metros de altura sobre una plataforma de hierro debajo de un grandísimo tanque lleno de ácido sulfúrico se encontraban sus amigos. Ellos estaban adormecidos porque Julio y todos sus matones les habían drogados.

Julio apareció por una de las puertas de la nave. Y Daniel le preguntó:

- Julio, déjanos marchar. ¿Qué pasa? ¿Es que no somos amigos?

-¿Amigos?- contestó Julio- Amigos también éramos cuando os reísteis de mí cuando tú empezaste a salir con Claudia.

-Eso sólo era cosa de niños- dijo Daniel.

-Pues esto os lo merecéis. Es vuestro final tan anhelado por mi. Me habéis hecho sufrir demasiado y ahora os toca a vosotros. Verás como mueren tus amigos en este tanque de ácido y luego te mataré a ti y aunque pienses que si os mato me descubrirán, estás muy equivocado. Tengo todo planeado para huir y no regresar nunca más a España.

Daniel estaba asustadísimo. Veía su final y el de sus amigos muy cercano. No podía creerse todo esto. Parecía un sueño.

El viejo compañero (27)

El viejo compañero (27)

Esa foto era desconocida por el dueño del móvil, eran ellos unos días atrás, cuando estaban durmiendo en su habitación, ellos se dieron cuenta que desde un principio, estaban detrás de ellos.

La situación era muy entrometida, Pablo estaba secuestrado, Andrés había sido secuestrado en el bosque y ya solo quedaba Daniel el cual vio la foto en el móvil.

Le dio vueltas y vueltas a la foto, y en lo que se detenía mucho mas tiempo mirando era  en el tatuaje que tan familiar le sonaba. Daniel estaba desesperado y solo quería encontrar a sus dos amigos, volver a España y terminar el horrible viaje que estaban teniendo los jóvenes. La noche estaba cayendo y él no sabía donde dormir, decidió hacerlo en el bosque con la intención de volver a ver al hombre del tatuaje. Daniel se durmió.

No pasaron ni dos horas, cuando Daniel se despertó de golpe y muy nervioso, dijo: "Julio".

Julio era el chico más popular del instituto donde estudiaban los amigos nada mas empezar la E.S.O., pero su popularidad era por lo cruel que era con los novatos, más bien "el graciosito de turno". Daniel recordó que todavía se hizo más popular por la estrella que llevaba en su mano. Julio estaba locamente enamorado de una chica del instituto que pasaba de él, y esa chica se enamoró de Andrés, con el cual estuvo saliendo, a partir de ahí todos se empezaron a reír de Julio que había quedado por los suelos.

Ya todo empezó a encajar, y Daniel se puso en contacto con amigos de su pueblo para que les dijese si Julio se encontraba allí, el mejor amigo de Julio que también era amigo de Daniel le dijo que hacía una semana que salió de viaje.

Daniel lo comprendía todo, el chico al que odiaban se estaba vengando de Andrés y a la vez de ellos.

La foto del móvil(26)

La foto del móvil(26)

Los niños corrieron deprisa hacía la casa que el hombre de negro les había indicado, tenían mucho miedo pero era lo que tenían que hacer pues a lo mejor encontraban en ese lugar a su amigo. Los niños seguían dándole vueltas al tatuaje tan extraño y a la vez tan familiar. El tatuaje era una estrella pero ¿qué significaría? ¿qué misterios escondería?.

Llegaron a la puerta de la casa, esta tenía un aspecto muy peculiar, era un poco extraña y vieja. Los niños estaban muy asustados y miraron hacía atrás y vieron que desde lejos el hombre los observaba, pero su deber era entrar para ver si encontraba allí su amigo.Los niños entraron, estaba todo oscuro, uno de ellos llevaba una linterna, la encendieron y vieron que estaba todo sucio y que era muy grande, las escaleras producían unos escalofríos muy grandes. Los niños se apresuraron y entraron más adentro, fueron por uno de los pasillos que tenía la casa y entraron en una habitación y al entrar se sorprendieron porque la habitación estaba nueva y limpia, era grande y tenía una mesa gigante con un ordenador encima. Los niños encendieron el ordenador en busca de respuestas. Y al encender el ordenador investigaron los archivos y uno de los cuales tenía un video en el que aparecía su amigo pidiendo ayuda, lo tenían atado a una silla y al final del video salía un hombre con la cara tapada pero enseguida reconocieron el tatuaje que llevaba. Se miraron y con la mirada fue suficiente para salir corriendo a buscar a su otro amigo que se había quedado solo en el bosque.

Los niños corrieron tanto como si fuera a ellos a quién los perseguían pero en realidad el que se encontraba en verdadero peligro era el chico que se estaba solo en el bosque. Cuando llegaron era tarde pues el chico ya no se encontraba allí le había tendido una trampa aquel hombre tan extraño de negro. Los niños estaban muy preocupados porque no sabían que es lo que podía suceder.. y de repente uno de ellos sacó el móvil y vieron una de aquellas fotos que tenían y se quedaron sorprendidos....

El tatuaje(25)

El tatuaje(25)

Estaban muy nerviosos y pensaban que por culpa de esos nervios no pudieran llegar a tiempo y salvar a su amigo, no hacían otra cosa que mirar al televisor para ver de cuanto tiempo disponían para salir de la habitación.

De pronto encontraron como salir, y sin hacer ningún comentario se dirigieron al bosque donde le habían dicho que tenían que acudir, aunque estaban muy cansados no paraban de correr, de pronto uno de ellos se tropezó y se torció el pie, no era capaz de seguir.

Muy nerviosos todos, pensaron que lo mejor que podían hacer es que se esperara ahí, y los demás fueran a buscar a su amigo, de pronto mientras corrían encontraron la siguiente pista, era una bandera de color roja y al lado de ella habían un móvil, cuando lo abrieron salió otra vez su amigo pidiendo ayuda y de pronto al fondo vieron pasar a un hombre vestido de negro y con un gorro de paja, pero no consiguieron ver su cara.

De lo que sí se dieron cuenta es que en la mano derecha llevaba un tatuaje, igualito al que tenía un viejo familiar del amigo que había tropezado, ya no sabían que hacer, ni que sería lo próximo que querría ese hombre, pero de pronto comenzó a hablar el hombre y les dijo que se dirigieran hacia la casa que estaba a sus espaldas, y que después les diría lo siguiente que tendrían que hacer.

No perdieron tiempo y comenzaron a correr aunque llevaban un poco de miedo después de haber visto ese extraño tatuaje.....

EL VIDEO(24)

EL VIDEO(24)

Cuando terminaron el recorrido por los conductos de ventilación llegaron a una habitación muy grande.

La habitación estaba completamente vacía, solo había una televisión con una película puesta en el video.

Se acercaron al televisor y había una nota. Los chicos encendieron la televisión y el video.

El video les asustó mucho, era el que grabó Daniel cuando salieron del aeropuerto de Londres. Después de la salida del aeropuerto había un trozo de video que nunca habían visto, era su amigo atado en una silla, en una habitación muy parecida a la que estaban. En el video, su amigo le pedía ayuda, que corría mucho peligro.

Cuando el video se acabó, los chicos estaban muy inquietos porque tenían muchas preguntas y ninguna respuesta.

De repente la pantalla empezó a emitir imágenes. En esas imágenes aparecían ellos, en esa misma habitación y en ese mismo instante. Estuvieron buscando una cámara que les pudiera estar grabando, pero no encontraron nada. Por eso siguieron viendo la televisión para intentar averiguar algo.

Al cabo de unos minutos, además de ellos, en la pantalla apareció un reloj donde empezó una cuenta atrás. Y un texto: << Solo tenéis 10 minutos para salir de aquí u os quedaréis encerrados aquí para siempre, si lográis salir dirigiros al bosque donde encontraréis la siguiente pista >>. Y el televisor se apagó...

Un suave aroma(23)

Un suave aroma(23)

Tras cerrarse la puerta, Daniel y Andrés se quitaron las capuchas uno al otro. No sabían dónde estaban pero lo que estaba claro es que desearían no estar allí, era una habitación grande, bonita, decorada y además olía muy bien, aunque eso les ponía aún más nerviosos.

Ambos comenzaron a buscar una salida en la habitación pero parecía totalmente cerrada, sólo tenía unos conductos de ventilación, de difícil acceso, en ambos lados de la pared, lo que les resultó bastante extraño ya que no eran iguales. Desesperados, Daniel tiró la capucha y de repente vio que había pegada dentro una nueva nota que decía:

- Si queréis salir de aquí con vida, prisa os tendréis que dar pues ese olor tan refrescante pronto os podrá matar.

Los dos estaban muy asustados tanto que Andrés se hizo pis encima. De repente vieron que el aroma era cada vez más fuerte y que tenían poco tiempo, por ello empezaron a pensar y se dieron cuenta que el olor venía de los conductos de ventilación pero sólo los de un lado de la pared.

Daniel comenzó a arrancar las cortinas de la pared y a la vez Andrés "empapado" comenzó a unirlas formando una gran cadena, el problema ahora era como engancharla en la pared, con lo que cogieron un jarrón lo engancharon a las cortinas y lo lanzaron rompiendo la rejilla del conducto con lo que la cadena se quedó enganchada.

Daniel y Andrés se abrazaron de alegría (aunque Daniel no se acercó mucho...), escalaron y entraron en el conducto aliviados. Tras un largo recorrido agachados y en silencio para que no los descubrieran, vieron otra rejilla por donde salir...

El viaje (22)

El viaje (22)

Entonces el taxi en el que iban Daniel y Andrés, se lanzó a toda velocidad pasando por tres bocacalles y dio un giro repentino hacia la derecha, lanzándose por una avenida; las chicas detrás en su taxi pretendían seguirles pero el taxista no iba a tanta velocidad por tanto al poco tiempo perdió la pista del taxi.

 

Andrés y Daniel con sus capuchas iban mareados de la velocidad y las curvas, al rato notaron que el coche había perdido velocidad y se había salido de la carretera pues se notaban los baches y las piedras que había por el camino. Cuando el taxi se paró de momento, notaron como el taxista salió y al poco tiempo abrió la puerta trasera donde iban los dos amigos, al mismo tiempo los ayudaba a salir.

 

En ese momento notaron la presencia de una segunda persona, la cual cogió a Andrés por el brazo al mismo tiempo que lo hacia el taxista con Daniel, anduvieron un poco por un terreno accidentado llegando seguidamente a un terreno mas bien llano y sin piedras ni obstáculos. Les hicieron subir por unas escaleras y entrar en una especie de casa solariega que era una bella casa en el campo, los pasaron a un bello y gran salón en el que había un aroma agradable a las flores del jardín.

 

Las dos personas que conducían a los dos amigos se marcharon inmediatamente dando un portazo y cerrando la puerta. Al oir la puerta cerrarse Daniel y Andrés se quitaron las capuchas como pudieron…

El taxi(21)

El taxi(21)

Las chicas además de intrigadas parecían estar interesadas en los chicos. Los tres amigos estaban muy desesperados ya que ese niño se había llevado su carta y tenían miedo de perderla y no conseguir la ultima pista, además tampoco sabían como decirle a la madre del chico que la carta era suya.

El taxi que los recogió lo conducía un hombre con aspecto un poco raro, con traje y corbata algo fuera de lo normal en un taxista, lo que les provoco cierta desconfianza. El taxista giró por una calle perdiendo al taxi de la madre y el chico, ellos se alarmaron y comenzaron a gritar que diese la vuelta y que siguiese al taxi pero el tasita no hizo caso. De repente, paró el coche en una calle muy oscura, allí les obligó a bajar del coche y a que se pusiesen una capucha en la cabeza si querían continuar para llegar a la siguiente pista.

Ellos primero le pidieron explicaciones pero les dijo que todo se aclararía en su momento y que todavía no podía decir nada. Con resignación aceptaron la oferta de ese misterioso hombre. Entonces este siguió con el camino sin darse cuenta que otro taxi les seguía, el de las chicas. En un semáforo el otro taxi se puso al lado y miraron hacia el taxi entonces el taxista empezó a sospechar y comenzó a dar rodeos, se dio cuenta de que le seguían...

Otra carta (20)

Otra carta (20)

Daniel y Andrés cogieron los sobres y se pusieron lo más rápido que pudieron a montar el puzzle.
Afortunadamente las piezas estaban numeradas pero aun así no era fácil. Con las prisas no conseguían resolver el puzle, por lo que se pusieron nerviosos y se le perdieron unas cuantas piezas, las cuales por suerte recuperaron.

Cuando terminaron de montarla la leyeron, en ella ponía: “Debéis dirigiros al British Museum y en una de las cabinas de la calle, la cual estará sonando justo a las 3:30, encontrareis la siguiente carta, con ella y con las piezas pares de estas dos podréis formar una nueva que os dará la siguiente pista”.

Los dos amigos miraron el reloj y vieron que solo faltaban diez minutos para que fueran las tres y media. Corrieron a toda prisa para coger un taxi que les llevara hasta el museo.

Una vez hubieron llegado allí se apresuraron a las cabinas, y para colmo se encontraron con una excursión que las estaba acaparando todas. Ellos los maldijeron sin ni siquiera saber si los entenderían o no. Por desgracia dos de las integrantes eran españolas y los escucharon y entendieron perfectamente. Las chicas se acercaron a ellos para preguntarles a que se debía tanta prisa por usar las cabinas. Mientras tanto ellos miraban el reloj nerviosamente.

Las chicas se presentaron y les preguntaron que les pasaba. Daniel se enfado y les contesto bordemente que eran unas cotillas y que apartaran de su camino y dejaran ya libres las cabinas.

Entonces una niña salió de una de las cabinas con su madre sujetando un sobre exactamente igual que los otros que ellos tenían, salieron a toda prisa detrás de ellas y la niña y su madre se montaron en un taxi, ellos acompañados de las dos chicas a las que les picaba la curiosidad las siguieron en otro sin saber a donde iban.

Las tres pruebas(19)

Las tres pruebas(19)

Aquella voz ronca les dijo que si querían ver a su amigo con vida, tenían que pasar tres pruebas, pero sin decírselo a nadie.

 

Daniel muy asustado, le pregunto cual era la primera prueba.

 

La voz ronca le contestó que se acercarán al hipermercado que estaba a la vuelta de la manzana y allí él se pondría en contacto con ellos. Daniel y Andrés hicieron lo que la voz ronca les dijo y enseguida vieron el hipermercado.

 

Había mucha gente pues al día siguiente era fiesta. Andrés se dio cuenta que en la puerta estaban  dos policías, pasaron muy deprisa, por miedo a que los conocieran, ya que los estaban buscando porque habían salido corriendo del hotel.

 

Al entrar, le sonó el móvil, Andrés un poco nervioso le preguntó que era lo que tenían que hacer, la voz ronca les dijo que se acercaran a la sección de zapatos y allí verían a una chica alta que era una dependienta de esa sección. Vosotros le tenéis  que preguntar ¿De que color tienes los zapatos?, ella os dará  una carta, con esa carta tenéis que ir a la sección de ropa. En esa sección, vosotros  debéis preguntar  a la chica que se encuentra allí; si puede probarse un bikini. Si acepta probarse el bikini, ella os entregará otra carta.

Debéis  abrir las cartas. En ellas vendrá un puzle con las piezas mezcladas en una y otra carta. El puzzle resuelto os indicará el lugar al que os debéis dirigir para realizar la siguiente prueba.

 

En ese momento la llamada se cortó.

Una búsqueda incesante(18)

Una búsqueda incesante(18)

 

Se dieron la vuelta corriendo y fueron a buscar a Pablo. Pero solamente podían ver escombros. Ya al  cabo de dos incesantes horas buscándolo escuchan una leve  voz. Daniel enseguida la reconoció, era la voz de Pablo. Daniel y Andrés comenzaron enseguida a remover todo, pero no conseguían dar con el cuerpo de su amigo. Los dos muchachos cada vez estaban más nerviosos, el tiempo pasaba y pasaba y seguían sin poder dar con su amigo. Daniel le dijo a Andrés que siguiera buscando, mientras él iba en busca de ayuda fuera.

A Andrés no le hacía mucha gracia quedarse allí solo buscándolo pero era lo mejor para su amigo. Daniel salió por la puerta que habían encontrado anteriormente, pero en un principio no encontraba a nadie. De repente pudo ver a lo lejos a un hombre joven, se dio prisa por alcanzarle pero cuando estaba cercano a él, pensó que lo mejor sería no pedirle ayuda a ese hombre ya que tenía un aspecto siniestro.

El joven siguió buscando a más personas que le pudieran ayudar, pero todo estaba desierto así que nada pudo hacer, al regresar en busca de la puerta por donde había salido había desaparecido, ya no estaba allí.

Daniel la buscó por todos los lados pero seguía sin encontrar la maldita puerta, el joven cada vez más nervioso llamó a Andrés al móvil pero no se lo cogía, él seguía intentándolo, en unos de sus intentos, alguien le cogió el móvil.

La voz no le resultaba familiar, era una voz amenazante y ronca. Daniel se puso aún más nervioso y mantuvo una larga conversación…

 

La salida(17)

La salida(17)

Los chicos al ver que ese experimento tenía un color un poco raro y echaba algo de humo lo dejaron en la habitación y salieron corriendo. Daniel cogió a Pablo por los hombros y Andrés por los pies, y antes de que la habitación explotara pudieron llegar a otra segunda puerta.

Parecía la misma habitación que la otra. Pero algo pintaba mal. Andrés pensó que si en la otra habían querido matarlos, aquí lo más probable que también. Pablo dijo que lo mejor sería escapar de estos pasadizos. Los otros chicos pensaban lo mismo por lo que decidieron buscar la salida.

Tras varias horas sin rastro de una puerta de salida, vieron tres sombras y escucharon unas voces. Dichas voces no eran masculinas. Ellos se paralizaron al momento y decidieron esperar hacia dónde se dirigían esas chicas. Al aproximarse a ellos se dieron un gran susto. Las chicas se presentaron. Eran Sara, Laura y Carmen. Las tres les contaron que ellas estaban aquí porque era un atajo hacia  su hotel, ya que también estaban en Londres de visita. Andrés no le convenció mucho lo que decían las chicas y cuando les ofrecieron ir con ellas ninguno de los tres quiso. Así que decidieron seguir con su camino.

Aquellos pasadizos eran muy tétricos. Los muchachos estaban muertos de miedo, querían salir cuanto antes y resolver una vez por todas lo ocurrido desde el principio de su viaje.

-¡Es un callejón sin salida!-dijo Andrés angustiado.

-No podemos rendirnos-dijo Daniel-Esto tiene que tener un fin.

Los jóvenes sin darse cuenta se iban aproximándose hacia una salida. De repente el color de los pasadizos cambió. En un principio eran negros pero no se sabe por qué que se cambiaron de verde. Les pareció muy extraño y cada vez estaban más muertos de miedo.

Con el paso del tiempo Pablo estaba muchos más débil y Andrés y Daniel más preocupados por su amigo.

-No es preocupéis por mi, iros, dejadme aquí solo, por favor-dijo Pablo

Andrés pensaba que era lo mejor, ya que si alguien estaba detrás de todo esto no le haría nada al estar convaleciente. Daniel no quería pero era lo mejor. Se despidieron de él entre lágrimas y sollozos y se alejaron lentamente. Pablo estaba tumbado en el suelo de uno de los pasillos de ese enorme pasadizo.

-No hemos tenido que dejarlo solo- dijo Daniel.

-Creo que es lo mejor-dijo Andrés-cuando encontremos la salida, regresaremos a por él.

De repente tras varios kilómetros andados, Daniel y Andrés pudieron ver una enorme puerta. Se alegraron muchísimo y para comprobar que era la salida la abrieron. Esa puerta daba a un gran parque canino. Se pusieron muy contentos e incluso se llegaron a besar, pero esta alegría se paró cuando sin saber cómo hubo una gran explosión en los pasadizos... 

La bandera (16)

La bandera (16)

Andrés y Daniel quedaron muy sorprendidos al ver la habitación que descubrieron en el hotel, y más aún cuando vieron el gran problema que tenía su amigo Pablo.

En la habitación quedaban ellos tres ya que el hombre de negro junto con la sombra que los perseguía habían desaparecidos. Daniel empezó a buscar una salida, mientras que Andrés ayudaba a que su amigo Pablo se pudiese mover, este había quedado tumbado en el suelo.

Mientras que Daniel buscaba una salida en la extraña habitación vio un guante igual que los que llevaba puesto el hombre de negro, al cogerlo una nota salió del guante y fue a parar al suelo. Andrés se dispuso a leerla y en ella ponía:

"Si queréis salvar a vuestro amigo, solo tenéis que encontrar una pócima que tendreis que realizar vosotros mismo. Pd: En la habitación hay una bandera que os servirá de ayuda."

Andrés corriendo se lo dijo a sus amigos, y enseguida se pusieron a buscar una bandera en la sala, tras una larga búsqueda no lograron verla hasta que Pablo dijo :"mirad". Justamente debajo de la mesa había una pequeña pegatina donde estaba dibujada una bandera era la bandera de Inglaterra.

Al verla, Daniel se preguntó que tenía que ver la bandera con la pócima, pero Pablo que quería recuperarse rápidamente preguntó que colores tenían los líquidos que había sobre la mesa. Andrés rápidamente captó lo que quería decir Pablo, y Daniel preguntó: "¿Que queréis hacer?". Pablo respondió: ¡Quieren que unamos las pócimas que tengan los colores de la bandera que hemos encontrado!". Andrés procedió a coger un recipiente vacio que encontraría en una de las estanterías, cogió el vaso de color rojo y al vaso de color blanco y empezó a echarlos sobre el vaso vacío. La habitación explotó.

El Pasadizo(15)

El Pasadizo(15)

Los tres chicos se empezaron a mirar, de repente se escuchó un ruido muy fuerte en la habitación, la puerta se había cerrado. Pablo muy asustado corrió hacía la puerta e intentó abrirla pero no hubo manera. Andrés y Daniel empezaron a gritar. El hombre de negro se arrimó a una estantería que había con libros, y la sorpresa fue que al tirar de un libro se abrió una puerta.

 

Todos se quedaron anonadados, no podían pronunciar ni una palabra, ni siquiera podían respirar. Pablo comenzó a pensar que como el hombre de negro podía saber que había un pasadizo allí si nunca había estado, algo ocurría. El hombre de negro les incitó a entrar en el pasadizo, y aunque Andrés no quería, no le quedó más remedio. Al entrar la puerta se cerró a sus espaldas como si por obra de magia fuera. En el interior había numeroso pasillos que estaban muy oscuros, pero el hombre de negro cogió una pequeña antorcha que estaba encendida en el pasillo. Y los tres chicos empezaron a seguirle sin saber a hacia donde iba.

 

-¡Daos prisa!, dijo el hombre de negro.

 

Los tres chicos se apresuraron, y Pablo susurro a Daniel sus sospechas sobre el hombre de negro.

 

De repente ocurrió algo inesperado. Detrás de ellos se comenzó a ver una sombra que cada vez se iba acercando más y más.

 

Andrés comenzó a gritar y a correr y, sin darse cuenta empujo al hombre de negro e hizo que a este se le cayera la antorcha al suelo y se le apagara.

 

Sin  saber como, apareció detrás de ellos un ser extraño. Después de esto los chicos aparecieron en una habitación, bastante peculiar, con material quirúrgico alrededor y Pablo intentó levantarse pero se dio cuenta de que no podía mover ningún músculo de su cuerpo….

El papel(14)

El papel(14)

Todos se asustaron bastante, se miraban unos a otros sin decir palabra, ya que les parecía un poco raro que la habitación estuviese vacía, pero de pronto Pablo encontró un papel tirado en el suelo, cuando lo cogió se dio cuenta de que sólo era un papel en blanco.

 

Después de estar merodeando por la habitación y pensando en que podía significar ese papel ya que era un poco extraño, uno de ellos después de pensar y pensar, les dijo que si ponían el papel a la luz podría haber algo escrito, los demás se rieron, fue Daniel el que lo dijo, y Andrés y Pablo sabían que era un poco fantasioso ya que a Daniel le gustaba mucho las películas de misterio.

 

Pero de pronto el hombre de negro les soltó una colleja a los dos y les dijo:

 

-No sé qué risa os puede causar lo que os ha dicho Daniel, puede que tenga razón.

 

Y Pablo se volvió a reír, la verdad es que puede que tenga razón, lo dijo en un tono de ironía.

 

Lo único que podemos hacer, dijo Andrés es buscar algo que nos alumbre y comprobarlo.

 

Todos miraron en sus los bolsillos, de pronto dijo Pablo: -yo tengo una caja de cerillas del hotel.

 

Será suficiente dijo el hombre de negro. Los cuatro se pusieron cerca de la ventana que había en la habitación y cuando el hombre de negro encendió la cerilla y la puso tras el papel, algo empezó a verse, todos muy asustados miraron a Andrés para disculparse, y de pronto cuando miraron hacia el papel, se dieron cuenta de que el nombre de cada uno de ellos estaba escrito.....

Respuestas(13)

El día siguiente transcurrió lentamente para ellos, querían respuestas y ese hombre nuevo, siempre vestido de negro, el tal Paul no daba muestras de querer ser breve.

Según Paul los tres se habían metido en un grave problema del que no les iba a ser fácil salir. Para empezar eran un supuesto "experimento del gobierno" como bien les había contado el hombre nuevo, y además el botones al confundir la maleta había empeorado las cosas, pues esa no era su misión.

-¿Por qué nos ha tocado a nosotros?.- preguntó Pablo, la cual era una pregunta que todos se formulaban y esperaban respuesta.

-Simplemente "os ha tocado".- respondió el hombre de negro, sin presentar muestras de intriga alguna.

-Además, ¿qué pinta un botones muerto en todo esto?.-volvió a preguntar Pablo que estaba bastante inquieto.

-El botones es una simple ficha del juego que se ha jugado mal, no debería estar muerto y mucho menos encontrarse en esa habitación.- respondió Paul.

Los tres amigos se quedaron un momento pensando pues nada les encajaba. ¿Qué tenia que ver todo aquello con ellos? y ¿qué tenia que ver el gobierno?. Eran preguntas que ni si quiera el hombre de negro podía responder porque precisamente estaba con ellos para averiguarlo.

Decidieron empezar desde el principio e ir al hotel y encajar piezas, pero se encontraron con una sorpresa el hotel había cerrado y no había muestras de que hubiera alguien dentro. Pensaron en una manera posible de entrar, y lo consiguieron, entrando por una de las ventanas del sótano, el cual estaba encharcado. Llegaron a la habitación y se encontraron algo con lo que no contaban, estaba vacía, no había ni un solo mueble, parecía que nadie hubiera estado allí jamás...

Un nuevo compañero(12)

Un nuevo compañero(12)

Pablo, al ver el arma, hizo ademán de correr, pero el hombre al verlo, les dijo:

-¡Tranquilos! ¡No os haré nada! ¡Tengo las soluciones a todo lo que os está ocurriendo!

Al oír esto, los tres se quedaron congelados. Y, la curiosidad, les llevó a quedarse con el hombre. Éste les dijo:

-Tengo un lugar donde os podréis alojar durante un tiempo. Me llamo Paul.

Pablo, con curiosidad y algo de miedo, le preguntó:

-¿Y ese arma?

Paul, mientras les llevaba al refugio, les fue explicando que ese arma la llevaba porque ya se habían producido varias muertes en ese barrio por culpa de las drogas. También les dijo que poseía la licencia de ese arma y otras muchas, porque estaban tratando con un veterano retirado del ejército de Inglaterra.

-Ya hemos llegado. Este es el refugio.

El refugio mostraba la apariencia de un búnker, y los tres a la vez dijeron:

-Pero ¿que es lo que nos está pasando?

Paul les contó que sus problemas no eran mera coincidencia, sino que se trataba de algo serio, en lo que el gobierno estaba implicado.

Al entrar en el búnker los tres amigos vieron multitud de armas, y equipo militar, sin duda era algo muy serio, pero Paul no les contaría nada hasta el día siguiente, era demasiado tarde y estaban demasiado cansados para hablar del tema...

Acosados (11)

Acosados (11)

La mujer de la limpieza había encontrado el cadáver del botones y comenzó a gritar. Ana corrió al lugar y al ver a su marido muerto comenzó a llorar y entre sollozos comenzó a decir:

 

-Han sido ellos.

-Ellos ¿Quiénes? Preguntó la mujer de la limpieza.

-Los tres chicos, mi marido tenía su maleta.

 

Al escuchar esto, Pablo reaccionó y agarró del brazo a Daniel y Andrés. Los tres comenzaron a correr mientras Ana les decía:

 

-Asesinos, detened a esos asesinos.

 

Los tres salieron del Hotel y comenzaron a correr sin saber dónde ir y a quién acudir.

 

Poco a poco se iba haciendo de noche y habían acabado en un barrio marginal lleno de drogadictos, y personas con pintas muy raras.

 

De repente Pablo se acordó que habían dejado todo en el Hotel incluida la llave. Comenzaron a pensar en volver pero si volvían la policía les estaría esperando.

 

Llegando a un parque que estaba muy oscuro escucharon unos pasos y de repente de la sombra de una persona salía una voz que les decía:

 

-Yo os puedo ayudar a resolver vuestros problemas.

 

Los tres chicos atónitos no sabían como reaccionar Pablo comenzó a acercarse para descubrir la identidad de esta persona, pero de repente observo que éste llevaba un arma y que en cualquier momento podía disparar.

El botones(10)

El botones(10)

Los chicos al quitar la sábana encontraron al botones tumbado. Pablo comprobó si tenía pulso, pero estaba muerto. Los tres se asustaron mucho. Intentaron pensar en la nota, en el botones... y no sabían atar cabos, hasta que Andrés recordó que la última vez que vio la maleta era cuando la cogió el botones para subirla a la habitación, pero que nunca la vieron en la habitación.

 

Salieron rápidamente de la habitación y bajaron al hall donde estaban Ana (la cocinera y esposa del botones) y el recepcionista. Ella estaba muy nerviosa y decía que no sabía nada de su marido y estaba muy preocupada por él. Ella cuando vio a los tres amigos a su lado se puso más nerviosa y les pidió perdón.

 

-Los siento él no quería coger vuestra maleta, él os la iba a devolver.-dijo Ana.

-¿Qué?-preguntaron los tres a la vez.

-Mi marido cogió por error la maleta ya que era igual a la que le dejé aquella mañana y no vimos que estábamos confundidos. Anoche iba a dejarla en vuestra habitación, pero no sé que ha pasado.

-Ah, tranquila, un error lo tiene cualquiera.-dijo Pablo.

-Y está todo lo de los anónimos y las llamadas nocturnas.., desde que encontró esa maleta solo hemos tenido problemas. ¿Qué hay dentro? Nunca la hemos abierto, yo vi que no era la nuestra solamente.

-Nosotros tampoco la hemos abierto, se confundieron en el aeropuerto. ¿Y qué pasa con los anónimos?

 

Pero antes de contestar una de las chicas de limpieza gritó y todos se asustaron excepto Andrés, Pablo y Daniel que se imaginaban por qué gritaba.