Oh, Claudia(29)
En ese momento Pablo y Andrés se despertaron y un poco atontados se dieron cuenta de la situación en la que se encontraban. Daniel desde el suelo comenzó a contarles todo, que Julio había sido el que les había secuestrado y todo lo demás.
-¿Piensas que con simples palabras podrás salvar a tus amigos?. Ellos están en mis manos como tú- dijo Julio.
Entonces Julio le dijo algo a uno de sus matones en el oído, y se marchó por la única puerta que tenía la sala.
El matón se acercó a Daniel, pero no le pudo ver la cara ya que la tenía tapada con una especie de bufanda, entonces le dijo al oído:
-No te preocupes todo pronto acabará.
La voz aunque fría y ronca tenía algo que la hacía humana. El matón ordenó a todos que salieran de la sala, que el se ocuparía de los tres. Cuando el último hubo abandonado la sala y la puerta se cerró, el matón se quitó lo que le cubría la cara. Daniel no podía creerlo era Claudia.
Mientras le ayudaba a liberarse de las cadenas les contó su historia. Cuando Julio se marchó a Londres ella fue la última persona con la que habló y le dijo que le perdonara por lo que iba a hacer. Entonces ella cogió un avión a Londres para seguirle y con la ayuda de unos amigos consiguió infiltrase en el plan de Julio sin que él se diera cuenta. Se enteró de todo lo que planeaba contra ellos. Y que ella había sido la que les envió la maleta que vieron en el aeropuerto con los planes de Julio.
Sin darse cuenta Pablo, Daniel, Andrés y Claudia se encontraban corriendo por la alcantarilla bajo la fabrica, que los llevó hasta Londres.
Los cuatro cogieron un taxi que los llevó al aeropuerto y embarcaron en el primer vuelo hacía España. La pesadilla había acabado.
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