El origen de los apellidos
El apellido es el nombre antroponímico de la familia con que se distingue a las personas. En la mayoría de los países de habla castellana, cada persona suele tener dos apellidos derivados de la familia de su padre y madre, pero se puede elegir el orden En algunos lugares se utiliza sólo el apellido paterno. Las personas tienen tantos apellidos como quiera y corresponden a los de sus antepasados. La ley generalmente permite la modificación de los apellidos a los mayores de edad y en el caso de adopciones.
La mayoría de los apellidos, según el origen, se pueden dividir en:
- Apellidos patronímicos.
- Apellidos toponímicos.
- Apellidos derivados de oficios.
- Apellidos descriptivos.
- Apellidos castellanizados.
Los apellidos patronímicos están muy difundidos y son aquellos que han sido originados por un nombre propio. En la España medieval y en países que fueron sus colonias, se utiliza principalmente la desinencia "-ez".
Los apellidos toponímicos son los más difundidos en el mundo hispano. También se aplica a los accidentes geográficos, o cosas de la naturaleza, de todo lo que el hombre ve y conoce sobre la faz de la Tierra.
Los apellidos derivados de oficios son aquellos que derivan del oficio o profesión que ejercía la persona o familia asociada al apellido.
Los apellidos descriptivos son aquellos que derivan de una descripción o algún apodo de la persona o familia asociada al apellido.
Los apellidos castellanizados son aquellos que no tienen un origen hispano, pero que con la influencia del castellano fueron transformándose con una grafía o gramaticalmente a lo más parecido en la fonética española y también son castellanizados algunos apellidos de procedencia indígena.
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